Introducción
Independientemente de su nivel de experiencia, este artículo subraya el papel fundamental que desempeñan los desecantes industriales o para contenedores en el transporte de mercancías, ya sea por carretera, ferrocarril o mar. Su objetivo principal es evitar daños y minimizar las pérdidas en el transporte.
Tal vez se pregunte: "¿Qué es exactamente un desecante?" Si es así, ¡tómese un respiro! En este artículo se lo explicamos con claridad. Incluso si usted es un profesional del transporte experimentado que desea refrescar sus conocimientos y adquirir una nueva perspectiva sobre los desecantes, nosotros le ayudaremos.
**Este artículo sólo tiene fines informativos.
¿Qué significa la palabra "desecante"?
Analicemos el término "desecante". Según el diccionario, cuando se utiliza como sustantivo, se refiere a una "sustancia o agente desecante". Hay que reconocer que esa definición no tiene mucha sustancia.
Sin embargo, plantea otra pregunta: ¿Qué es exactamente una "sustancia" desecante? Todos nos hemos encontrado alguna vez con esos paquetitos con la etiqueta "desecante" dentro de frascos de pastillas u otros envases de alimentos, quizá incluso en una bolsa de cecina. Quizá los ignoramos y nos comemos los trocitos de cecina, o quizá pensamos que se trata de un paquete de sal extra.
Bueno, definitivamente no es sal. Quizá el autor de este artículo lo descubrió por las malas una vez.
No puedo confirmarlo ni desmentirlo, pero no repitamos los errores del pasado.
Es la propia sustancia desecante la que hace que un desecante sea lo que es. Por definición, una sustancia desecante se emplea para mantener un estado de "sequedad" o "desecación" en un entorno específico.
Las sustancias desecantes suelen venir preenvasadas (como las que se encuentran en los envases de cecina) y son materiales sólidos diseñados para absorber la humedad. También existen sustancias desecantes líquidas o en gel especializadas que emplean procesos de enlace químico para absorber las moléculas de agua.
¿Qué son los desecantes para envases?
Como acabamos de ver, los desecantes desempeñan un papel fundamental en la conservación de la "sequedad", ya sea para proteger productos agrícolas, equipos electrónicos, alimentos para mascotas o sustancias granuladas como productos químicos y medicamentos.
Los profesionales del transporte marítimo emplean desecantes para contenedores como parte de sus prácticas especializadas. Estos desecantes se instalan estratégicamente en el interior de los contenedores para mantener la sequedad y absorber las moléculas de agua. De este modo, los desecantes evitan un fenómeno conocido como "lluvia de contenedores".
La importancia de conocer la humedad y la lluvia de contenedores
Las compañías de seguros de transporte de mercancías de Estados Unidos informan de cifras asombrosas, que sugieren que aproximadamente el 10% de las mercancías transportadas en contenedores se desechan debido a daños inducidos por la humedad. Este porcentaje, por sí solo, debería hacer levantar las cejas y provocar múltiples lecturas para confirmar la exactitud. Estos residuos pueden afectar considerablemente a los gastos y los plazos de entrega de una empresa.
Uno de los culpables de este fenómeno de daños por humedad es lo que llamamos "lluvia de contenedores".
La lluvia de contenedores se produce cuando la humedad relativa dentro del contenedor alcanza el 100% durante el tránsito. El resultado es la formación de gotas de agua que gotean desde el techo o las paredes del contenedor sobre la mercancía. Para abordar eficazmente el problema de la lluvia de contenedores, es crucial comprender su mecánica.
Profundicemos en una breve lección de ciencia. Es esencial comprender que el aire caliente tiene una mayor capacidad de retención de humedad que el aire frío. En pocas palabras, el aire caliente retiene mejor la humedad que el aire frío. Por lo tanto, la capacidad de retención de humedad del aire disminuye cuando baja la temperatura del aire.
El transporte de productos a través de diversos climas puede plantear retos formidables a las empresas. Las fluctuaciones de temperatura son habituales durante las distintas etapas del transporte, ya sea por carretera, ferrocarril o mar. El momento más peligroso para la acumulación de humedad es cuando el contenedor está quieto, por ejemplo, en un patio ferroviario o de embarque.
Ahora bien, consideremos lo siguiente: si el aire caliente experimenta un enfriamiento suficiente durante el transporte, por ejemplo al cruzar vastos océanos como el Atlántico o el Pacífico, la humedad del aire se condensa. Este es el momento en que nos encontramos con lo que se conoce como "punto de rocío".
El punto de rocío no es más que la temperatura a la que el aire se enfría hasta el punto de saturarse de vapor de agua. Si el enfriamiento continúa, el vapor de agua suspendido en el aire se transforma en agua líquida, comúnmente llamada 'rocío'. En ese momento, se forman gotitas de agua sobre una superficie más fría que la temperatura del aire ambiente cuando se alcanza el punto de rocío.
Esta agua condensada da lugar precisamente al problema que llamamos 'lluvia de contenedores'. En un contenedor de transporte, la superficie más fría suelen ser las paredes o el techo del contenedor. En consecuencia, estas gotas de agua pueden caer en cascada sobre la carga, provocando costosos daños.
El absorbedor de humedad que usted merece... y necesita
"Noticias de última hora: La humedad causa estragos en la carga marítima y se cobra un alto precio por los preciados productos. ¿Quién vendrá a rescatarnos?
Aunque esta afirmación pueda tener un toque dramático que recuerde al sensacionalismo de los cómics, el problema de los daños causados por la lluvia y la humedad en los contenedores no es cosa de risa.
Los héroes anónimos del mundo del transporte marítimo son los desecantes de contenedores. Estos extraordinarios salvadores se colocan estratégicamente en el interior de los contenedores para mantener unas condiciones de sequedad óptimas y luchar contra el formidable enemigo de los daños causados por la humedad.
Los desecantes libran una feroz batalla contra la condensación, absorbiendo sin descanso la humedad del aire.
Son los guardianes incondicionales que garantizan que el contenedor permanezca seco, incluso cuando se enfrenta a temperaturas fluctuantes y niveles de humedad cambiantes.
Profundicemos ahora en el arsenal de sustancias empleadas en los desecantes para contenedores. Existe una gran variedad de materiales desecantes, cada uno de los cuales posee un notable poder de absorción de agua.
¿Qué tipo de sustancias se utilizan en los desecantes para contenedores?
Una de las opciones más comunes es el gel de sílice, una forma porosa de dióxido de silicio (sílice) que aprovecha el poder de las moléculas de silicio y oxígeno para crear una red de huecos y poros. Estos poros del gel de sílice ejercen una potente atracción química sobre las moléculas de agua, lo que lo convierte en un formidable absorbente de agua.
Sin embargo, entre los materiales desecantes hay otros contendientes, como el sulfato cálcico (CaSO₄), el carbón vegetal y el cloruro cálcico (CaCl₂). Además, existen materiales desecantes ecológicos que son 100% biodegradables, entre los que se incluyen sustancias como la arcilla, la turba de coco e incluso las sales de roca.
Algunas notas sobre el cloruro de calcio frente al gel de sílice
Centrémonos ahora en las diferencias entre dos de los materiales desecantes más populares, el cloruro cálcico y el gel de sílice, en el ámbito de la supremacía de los desecantes.
Estos dos contendientes emplean métodos distintos para eliminar la humedad de su entorno.
El gel de sílice, como ya se ha descrito, absorbe hábilmente las moléculas de agua en su superficie. En cambio, el cloruro cálcico, un compuesto inorgánico, comienza como un sólido cristalino blanco a temperatura ambiente, pero se disuelve fácilmente en agua.
Aunque tradicionalmente se ha utilizado para deshielo y revestimiento de carreteras, el cloruro cálcico también se ha ganado su lugar como desecante debido a sus propiedades "higroscópicas" y "delicuescentes". Estos términos científicos significan esencialmente que el cloruro cálcico absorbe la humedad como el gel de sílice, pero permanece en estado líquido con un agente aglutinante.
¿Cuáles son las diferencias de ambos compuestos?
El gel de sílice es eficaz a temperaturas normales, pero puede perder parte de su capacidad de absorción a temperaturas más altas. Por el contrario, el cloruro cálcico mantiene una gran capacidad de absorción, especialmente en condiciones de mayor humedad y temperatura.
El cloruro cálcico tiene un periodo de absorción más largo y una mayor capacidad para contener moléculas de agua.
En definitiva, si se analizan los dos juntos, el cloruro cálcico es, por encima de todo, el material desecante de mejor rendimiento. Consultar con un vendedor a la hora de comprar desecantes es una buena práctica para entender qué tipo de material se está adquiriendo.
¿Y su capacidad de absorción?
Hablando de absorción, las bolsas desecantes diseñadas para contenedores de transporte suelen contener una sustancia que absorbe ávidamente la humedad del aire circundante. La eficacia de estas fórmulas varía en función del material desecante.
Por ejemplo, los desecantes de gel de sílice absorben aproximadamente el 40% del peso de la bolsa. En términos más sencillos, una bolsa de 2 kg puede absorber aproximadamente 800 g de agua. Por el contrario, los materiales desecantes como el cloruro cálcico muestran una notable destreza, absorbiendo hasta y superando el 300% de su peso. Una bolsa de 2 kg de cloruro cálcico puede absorber entre 6 y 10 kg de agua.
Esta asombrosa capacidad hace que muchos transportistas opten por los sacos de cloruro cálcico, ya que son los que más absorben. Son mezclas biodegradables de cloruro cálcico y arcilla, capaces de absorber aproximadamente el 100% de su peso y ofrecer una relación de rendimiento 1:1.
Sin embargo, un absorbente más potente como el cloruro cálcico debería ser su aliado de confianza si se embarca en un viaje más largo a través de diversos climas marcados por importantes fluctuaciones de temperatura y humedad.
Más ventajas del desecante y métodos de instalación
Debido a muchos factores, un contenedor cargado se convierte en su propio ecosistema. Se producirá condensación en las superficies del interior del contenedor. La instalación de desecantes en el contenedor evita que se produzca la condensación al absorber las moléculas de agua que se acumularían en las paredes, el techo o la carga del contenedor,
Hay muchas maneras de instalar desecantes. Casi todos los contenedores de transporte tienen paredes onduladas y anillos de amarre a lo largo del contenedor para sujetar los revestimientos de transporte o los puntos de enganche para sujetar materiales más voluminosos.
Estas hendiduras y anillas de amarre también son lugares ideales para colgar desecantes. Otro punto a destacar es la facilidad de uso de los desecantes para contenedores. He aquí un desglose:
Paso 1: Entre en el contenedor y cuelgue el desecante en la anilla de amarre contra la pared.
Así de fácil. No es broma.
Sin embargo, los desecantes en contenedores de transporte pueden presentarse de muchas formas. Se pueden montar varias bolsas en un poste y colgarlas de una anilla de amarre. Estos tipos de bolsas de poste son largas y se encajan en la ranura a lo largo de la pared, por lo que no ocupan espacio para que los productos se trasladen después al contenedor.
Otros tipos de desecantes son bolsas individuales más grandes cosidas a un gancho o correa que se colocan cerca del techo del contenedor en una anilla de amarre. Otros pueden ser bolsas llenas de desecante que se colocan en el suelo del contenedor para combatir la humedad que se condensa y se acumula en el fondo del contenedor.
Incluso se pueden aplicar al techo, el suelo y las paredes del contenedor pinturas o sprays específicos con desecantes que absorben la humedad. Estos compuestos desecantes se utilizan principalmente en automoción, pero también se encuentran en opciones comerciales.
¿Qué tamaños de bolsas desecantes hay disponibles?
Los tamaños y estilos de las bolsas desecantes para contenedores de transporte pueden variar en cuanto a dimensiones, capacidad del material e incluso practicidad si la bolsa tiene que encajar en la ranura de la pared para una carga ajustada.
Como ya se ha comentado, algunos desecantes vienen en línea vertical y cuelgan de un poste unido que mantiene las bolsas suspendidas cuando se cuelgan en el aire. Estas bolsas, denominadas "polo" o a veces desecantes "magnum", están diseñadas para contenedores de carga ajustada y encajan verticalmente en las paredes onduladas del contenedor.
Los desecantes "bolsa de carga" o "bolsa piccolo" vienen en forma de bolsa individual con un gancho o correa de plástico para suspenderla. Son para contenedores cargados a granel o paletizados que dejan espacio en la parte superior para que el desecante cuelgue de una anilla de amarre.
Los desecantes para contenedores pueden venir en bolsas de 100 a 300 g como mínimo y de hasta 1,5 kg o incluso 2 kg. Estos pesos se refieren a la masa del material desecante que contienen antes de su uso y no al peso final.
¿Cuánto desecante o cuántos desecantes necesito?
Es fundamental utilizar la cantidad correcta de desecante. Es un consejo muy vago, así que ¿cuánto es suficiente? En última instancia, depende de varios factores.
¿Qué material desecante se utiliza y cuál es la tasa de absorción?
¿Cuál es el clima y la humedad relativa del lugar de transporte?
¿Qué distancia hay que recorrer para transportarlo?
¿Qué tamaño tiene el paquete desecante y cuál es el punto de saturación?
Todas estas preguntas son muy útiles a la hora de calcular la cantidad correcta de desecante en un envío. Sin embargo, muchos transportistas sostienen que la mejor práctica es calcular a partir de los pies cúbicos del contenedor y el tipo de material utilizado para encontrar la cantidad correcta para un envío determinado.
En algunos casos, los proveedores pueden predecir con mayor exactitud cuánto desecante se necesita realmente mediante registradores de datos que se insertan en el interior de los contenedores. Estos dispositivos registran los niveles de humedad en el contenedor a lo largo de un viaje determinado, cada hora. Esto puede ayudar a hacerse una idea muy precisa de cuántos desecantes se necesitan. Otra buena práctica para el cliente es preguntar a su proveedor de desecantes qué métodos de prueba ofrece.
La especificación MIL-D
Un excelente punto de partida sin conocer las respuestas a esta pregunta es aprender algo llamado "unidades de desecantes". El ejército estadounidense, por ejemplo, utiliza una especificación denominada "MIL-D-3464", que determina qué cantidad de desecante se necesita para absorber una cantidad específica de vapor de agua para evitar la corrosión y el moho en diferentes condiciones.
La especificación "MIL-D" determina la "unidad de desecante" probando cuánto material se necesita en dos formatos de prueba diferentes:
Es importante tener en cuenta que estas mediciones se calculan en condiciones ideales, pero siguen siendo una buena pauta para determinar la cantidad de desecante necesaria.
Por ejemplo, la especificación MIL-D define que se necesitan 26 g de gel de sílice para absorber el vapor de agua necesario en las condiciones anteriores. Una forma más directa de verlo sería decir que "26 g de gel de sílice = 1 unidad de desecante de gel de sílice".
¿Qué cantidad de gel de sílice necesitaríamos para un contenedor estándar de 20 pies con estas especificaciones?
Utilizando el ejemplo anterior de 26 g de gel de sílice como una unidad de desecante, ahora podemos ver la media de lo que se necesita para cubrir una unidad de desecante en términos de pies cúbicos. Un contenedor estándar de 20 pies suele medir: (19'4" de largo) y (7'9") de ancho por (7'10") de alto.
Digamos que nuestro contenedor es precisamente ese. Esas medidas nos dan 146 ft² de espacio en el suelo y 1.172 ft³ de volumen total en el contenedor. Ahora, necesitamos ver cuántas unidades desecantes se requieren para funcionar adecuadamente en un área de ese tamaño.
La especificación MIL-D dice: "...se necesitan 1,2 unidades de desecante para que 1 pie³ de volumen de aire se considere la mejor práctica".
Teniendo esto en cuenta, debemos multiplicar el volumen total del contenedor (1.172 pies³) por 1,2 unidades de desecante. Esto nos da un total de 1.406,4 unidades de desecante. En cuanto a la cantidad de gel de sílice, si una unidad de desecante de gel de sílice es de 26 g, necesitamos 36.566,4 g para que el contenedor ofrezca un rendimiento adecuado.
Que no cunda el pánico. Es una cifra considerable, pero no hace falta coger una pala y buscar una montaña de gel de sílice. Tenemos que considerar la escala de cuántos gramos hay en el embalaje de los desecantes de envío. En primer lugar, los gramos (g) son una unidad pequeña. Son sólo unos 37 kg (82 lbs) de gel de sílice para un contenedor de 20 pies, aproximadamente del tamaño de un pingüino emperador grande. Un dato curioso.
Con esta perspectiva, sabemos que los desecantes para envíos pueden venir en diferentes cantidades. Hay desecantes más pequeños, de unos 100 g o incluso mucho menos que eso; algunos pueden llegar hasta 1,5 kg o 2 kg por bolsa.
Si se trata de un espacio grande, como un contenedor de 20 pies, es seguro que utilizará una bolsa desecante más pesada. Digamos que está calculando utilizar 1,5 kg de desecantes de gel de sílice en su contenedor. Tomando (37 kg) y dividiéndolo por (1,5 kg por bolsa) obtenemos un total de 24.667.
Redondeemos para estar seguros, y ahora sabemos que para un contenedor estándar de 20 pies utilizando bolsas de gel desecante de sílice de 1,5 kg, necesita al menos 25 bolsas para colgar dentro del contenedor para cumplir con las mejores prácticas utilizando la especificación MIL-D.
Una última cosa a tener en cuenta es que la especificación MIL-D es sólo un ejemplo de medición. Si habla con su vendedor, obtendrá una respuesta mucho más específica sobre la cantidad de desecante que necesita.
¿Qué ocurre con los desecantes de cloruro cálcico en este caso?
Es importante tener en cuenta que la situación anterior se refería a un tipo de material desecante. Algunos fabricantes afirman que se necesita diez veces más gel de sílice que cloruro cálcico para obtener la misma cobertura.
Este dato podría empujar a los transportistas a utilizar cloruro cálcico en lugar de desecantes de gel de sílice. En lugar de 37 kg de gel de sílice, puede que sólo necesite unos 4 kg de cloruro cálcico.
Los tamaños de las bolsas de desecante son similares a los del cloruro cálcico, por lo que es posible que sólo necesite una fracción de la cantidad de bolsas que necesitaría en caso contrario. Si utiliza desecantes de cloruro cálcico de 1,5 kg y sólo necesita 4 kg de material, sólo necesitará cuatro bolsas para cumplir la especificación MIL-D.
Otros factores para calcular la cantidad de desecante necesaria
En resumen, el cálculo de la cantidad de desecante necesaria depende siempre de algunos factores. Estos son cruciales para calcular y comprender la situación para un control óptimo de la humedad. Los factores son:
Tamaño del contenedor: El tamaño del contenedor depende del volumen de aire en su interior; en consecuencia, cuanto mayor sea el espacio, más humedad puede haber. Una buena regla general es que cuanto mayor sea el contenedor, más desecante se necesitará.
Tipo de carga: Las distintas cargas pueden ser más o menos sensibles a la humedad. La electrónica y los metales son susceptibles a la humedad y pueden requerir más desecantes que la media. Por el contrario, los textiles y algunos productos alimenticios pueden ser menos sensibles.
Embalaje: Los materiales utilizados en el envasado también pueden determinar la cantidad de desecantes utilizados. Los plásticos son menos permeables a la humedad y, por tanto, requieren menos desecantes, mientras que los materiales de embalaje como el cartón pueden necesitar más desecantes.
Duración: Cuanto más largo sea el viaje, más tiempo estará expuesta la carga a la humedad. Si su envío va a estar más de 60 días en un carguero, sería beneficioso utilizar más desecante del necesario.
Clima: El clima por el que envíe sus productos puede determinar la cantidad de desecante que debe aplicarse en el contenedor. Si la ruta implica un cambio significativo en los niveles de temperatura y humedad o una región excesivamente húmeda, puede ser esencial utilizar más desecantes.
Resumen final
La humedad está en todas partes en nuestra atmósfera en diferentes cantidades, dependiendo de dónde se encuentre. Debido a esta variable, el envío de mercancías a través de diversos climas puede tener consecuencias costosas si no se está preparado para el factor potencial de daños por humedad.
Por lo tanto, los desecantes son un producto valioso para cualquier empresa de transporte. Los desecantes para envíos utilizados en cualquier marca o modelo de contenedor ayudan a absorber esa humedad para ayudar a que sus mercancías lleguen a su destino en excelentes condiciones y, en el mejor de los casos, sin daños.
Los desecantes protegen todos los productos, incluidos los productos agrícolas, los alimentos para mascotas, los polvos químicos u otros productos envasados. Comprender un poco la ciencia que hay detrás de la lluvia de contenedores y saber qué cantidad de cada material desecante necesita contribuirá en gran medida a reducir el riesgo de pérdidas y a optimizar su logística de transporte.
En un mundo en el que cada punto porcentual en las pérdidas de transporte es importante, no se puede exagerar el valor de las superbolsas absorbentes de humedad que llamamos desecantes.
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